Santa Gertrudis se ha expandido con celeridad y precaución a la vez estos últimos años. Elegantes viviendas modernas flanquean las calles nuevas, la plaza del pueblo ha sido objeto de una remodelación a fondo y ahora está cerrada al tráfico rodado, sólo para transeúntes. Además, han abierto nuevas cafeterías y restaurantes de estética moderna que complementan a los establecimientos ibicencos de toda la vida.
En el corazón geográfico de la isla, el pueblo de Santa Gertrudis es un microcosmos representativo de Ibiza. Inclinado a seguir las tradiciones, su plaza principal alberga la iglesia de muros encalados y un grupito de bares, restaurantes y tiendas, mientras que en los alrededores, el paisaje agrícola domina la escena, con ovejas, cabras y la única granja con vacas lecheras de la isla.