Los proyectos de construcción de grandes obras arquitectónicas de atracción turística están que arden, y al parecer, a China no le tiembla el bolsillo cuando de inversiones se trata. Las nuevas generaciones buscan nuevas experiencias, nuevos retos, vivir al límite, sentir nuevas emociones que supongan una inyección de dopamina, endorfina y serotonina, en fin, que la montaña rusa de los parques de diversiones ya no mola.
Desde el 1 de mayo de 2016 y después de varios años de construcción, se inauguró finalmente el mirador o plataforma con suelo de cristal más grande del mundo, en la localidad de Shilinxia, perteneciente al Distrito Pinggu, un valle con una extensión de 12 kilómetros, ubicado a unos 100km al noreste del centro de la ciudad de Beijing.