En la embocadura de la bahía interior de Cádiz, nos encontramos dos monumentales e insólitas torres de alta tensión eléctrica situadas a ambos lados de dicha bahía.
Su construcción en celosía nos recuerda a los mástiles de los barcos de principios del siglo XX, como este del acorazado argentino ARA Moreno:
Las torres permiten el tendido de cables de conducción eléctrica desde la antigua central térmica hasta la red general peninsular. Fueron diseñadas para dos circuitos de 132 Kilovoltios, por el italiano Alberto Toscano y tienen una construcción muy poco convencional.
Este modo poco convencional de construcción fue elegido porque las fábricas de acero españolas en aquel entonces, cuando estas torres fueron construidas, no podían producir grandes portadores de acero, y la importación de tales portadores era imposible debido al régimen de Franco. El proyecto de las Torres de Cádiz comenzó a finales de 1957 y concluyó en 1960.