Al menos 40 personas murieron por una serie de inundaciones y deslaves causados por lluvias torrenciales en la isla portuguesa de Madeira, dijeron funcionarios el sábado.
Madeira está viviendo una situación de extrema gravedad. El panorama en las dos islas habitadas de las 5 que componen el archipiélago es desolador. En Funchal, la capital de la región autónoma de Portugal en el Atlántico, hay pueblos aislados, carreteras cortadas y grandes riadas que se han arrasado puentes, árboles y decenas de vehículos. Las calles se han convertido en auténticos ríos desbocados.