Una de las primeras cosas que notas al pasear por las calles de Vilna es que es una ciudad con personalidad propia y, por qué no decirlo, algo peculiar. A diferencia de otras grandes ciudades, los edificios del centro histórico son todos muy bajitos, no superando de media las tres plantas.
Vilna, la animada capital de Lituania, es la segunda ciudad más grande de los países bálticos, solo por detrás de Riga. En lituano es conocida como Vilnius, tomando su nombre del río que pasa por la ciudad, el Vilnia.