Resultan de especial interés, los dos pequeños retablos barrocos a lo blanco, situados sobre el arco toral, así como el del segundo tramo de la nave por el costado del Evangelio. Este aparece policromado y con pinturas en el fondo, tratándose, quizá, del que en otro tiempo ocupara el altar mayor. En el de factura moderna que hoy ocupa este lugar aparece una pintura, atribuida sin mucho fundamento a la escuela de Zurbarán. Una hermosa talla barroca de la Inmaculada, completa los contenidos muebles del templo.