Para sorpresa de la dueña del modesto Restaurante Le Bouche à Oreille, en Bourges, Francia, la prestigiosa guía Michelin le ha concedido una estrella.
La tasca restaurante en cuestión es un lugar de menu a 12€, donde la mayoría de su clientela son modestos trabajadores locales. Sin embargo un día comenzó a llenarse de curiosos y algún gourmets, que querían explorar y degustar los manjares de la cocina del nuevo local estrellado. Esta gente de gustos sibaritas, al parecer, quedó poco conforme con la rudeza del local y de su clientela tradicional, así que extrañados el cambio de gustos de los exquisitos críticos gastronómicos que hacen la guía, por la "cocina de obrero", elevaron sus consultas/protestas a la prestigiosa publicación por la concesión del galardón a una taberna de pueblo.
La guía reconoció su error: la estrella había sido concedida a otro restaurante, del mismo nombre, pero este de postín y situado en otra localidad francesa.
La estrella ya le ha sido devuelta a su legítimo propietario, el chef Aymeric Dreux... Y la tranquilidad a la taberna de Bourges.
No todos los días te conceden una estrella Michelin, pero menos habitual es que te la quiten sin apenas saborearla.