Durante la Primera Guerra Médica, del 492 a. C., Mardonio, yerno del rey persa Darío, cruzó el Helesponto a bordo de sus navíos para conquistar Atenas. Desde Tasos bordeó las costas de Tracia hasta Acanto, de donde zarpó para doblar la península de Acté, en la que está el Monte Athos. Pero allí fueron sorprendidos por una violenta tempestad huracanada que les empujó contra los acantilados. Según Heródoto, 300 naves naufragaron y 20.000 hombres perecieron.
En la Segunda Guerra Médica de los años 480 a 479 a. C., el rey Jerjes I, heredero de Darío, que pretendía conquistar toda Grecia, organizó una invasión a gran escala, lo cual requería una planificación a largo plazo, acopio de suministros y reclutamiento intensivo. Así para permitir el paso de su ejército y flota, decidió construir un puente en el Helesponto.
De igual manera, y teniendo en cuenta lo sucedido a Mardonio anteriormente, ante el temor supersticioso de que su propia flota pudiera sufrir la misma desgraciada contingencia doblando la península, de solo unos 52 km de larga, en la atracción fatal de los acantilados de Monte Athos, decidió construir un canal en el istmo de esa península, de tierra baja y apenas dos kilómetros de ancho, para que sus barcos lo atravesaran, accediendo así, sin riesgos, directamente al golfo Singítico.
Refiere Heródoto, que la flota persa contaba con 1207 trirremes y 3000 barcos de transporte y suministro, incluyendo galeras de 50 remeros o pentecónteros, cércuros, triacónteros y navíos ligeros para el transporte de caballos.
Las trirremes tenían cerca de 36 m de eslora, y tenían una manga próxima a los 5 m. El calado de apenas 1 m.
Según deducción de los relatos de Herodoto, con una extensión de 100 pies en la superficie, el canal era lo suficientemente ancho para que pasaran dos galeras de guerra. Sus lados se inclinan hacia adentro, formando un ancho de aproximadamente 50 pies en la parte inferior, a unos 45 pies debajo de la superficie.
En los 2.500 años transcurridos desde entonces, los historiadores han debatido si el famoso Canal de Xerxes fue construido realmente. Algunos han dudado de su existencia, pues hoy día, el lugar donde supuestamente se excavó, no muestra ni una sola traza en la morfología del terreno que lo evidencie.
Ahora, científicos de Gran Bretaña y Grecia han presentado una prueba concluyente de que el canal fue construido, usando información geológica obtenida de varios metros debajo de la superficie de la tierra, donde la estructura yace enterrada.
Los persas no pensaron en él como un monumento que permanecería durante siglos. Una vez que sus barcos hubieron terminado de pasar, ese fue el final.
(todoavante)
El trazado que yo he realizado en el mapa de GE, es el resultado de la búsqueda de las partes más bajas del istmo por medio de sucesivos cortes transversales del supuesto itinerario.