Sus habitantes huyeron a Chugüilá, nombre maya que significa «sobre las chichicastes», o lo que es lo mismo, sobre las ortigas. Planta, que por cierto, los antiguos mayas utilizaban para efectuar castigos corporales. Fueron los mexicanos quienes bautizaron más tarde a la ciudad como Chichicastenango, aunque los mayas quiché la siguen llamando por su nombre original y casi todos la conocen como Chichi.
Chichicastenango es una de las ciudades más peculiares que se pueden visitar al viajar a Guatemala. En ella siguen tan arraigadas las tradiciones como en pocos lugares del país. Existe en la ciudad una mezcla de fe católica y maya. Los masheños, naturales de Chichi, son fieles a sus creencias y siguen realizando las ceremonias que ya celebraban antes de la llegada del cristianismo.