El bosque petrificado de Jaramillo es Monumento Natural Nacional con una superficie de 10.000 hectáreas. Este increíble lugar está alejado de cualquier poblado, en medio del desierto, clima seco, ventoso y sin agua por falta de lagunas o arroyos (está la
Laguna Grande, de poca profundidad, pero por la permeabilidad de su fondo permanece, la mayor parte del tiempo, seca).
El sitio es impactante, y está considerado uno de los
yacimientos fósiles más importantes del país, pues después de 1.400.000 años se pueden contemplar los
árboles petrificados más grandes del planeta: algunos ejemplares miden 35 metros de longitud (sin contar partes enterradas, ramas menores y copa) y 3 metros como diámetro mayor. Hasta el momento de petrificarse contaban con 1.000 años de edad.
Este bosque surgió bajo condiciones climatológicas diferentes a las actuales, no existiendo aún la Cordillera de los Andes, vientos provenientes del Pacífico derramaron copiosas lluvias sobre la Patagonia, posibilitando una exuberante vegetación, perteneciente en su mayoría a la especie "araucatis mirabilis", elevando sus copas hasta 100 metros de altura. Después, una
intensa actividad volcánica (Un ejemplo de ello es el volcán extinto,
Cerro Madre e Hija) y el afloramiento de los Andes provocaron la muerte de la vida natural. El bosque quedó sepultado bajo las cenizas y un largo proceso posterior produjo su fosilización.
En el kmz, la ruta más idónea desde Puerto Deseado.