Monumento al Explorador, Lisboa, Portugal
El Monumento a los Descrubridores (en portugués, Monumento aos Descobrimentos) actual es una réplica del que fuera construido en hierro y cemento en 1940, con motivo de realizarse la Exposición del Mundo Portugués que fue demolido en 1958 y reemplazado por otro en materiales más nobles.
El momento escogido fue la conmemoración de los 500 años del fallecimiento del Infante Don Enrique, conocido como Enrique el Navegante, y la inauguración tuvo lugar en agosto de 1960.
Evocando la expansión marítima de Portugal en el siglo XVI, el monumento se levanta en forma de carabela alcanzando una altura de 52 metros. A ambos lados, el escudo de Portugal destaca en lo alto, mientras que sobre la puerta de entrada está grabada la espada de la dinastía Avis.
La figura central del grupo escultórico conformado por 33 figuras es, evidentemente, la de Enrique el Navegante, que en lo alto de la composición sostiene una carabela mientras parece observar horizontes lejanos. Detrás de él y a cada lado, en dos filas descendentes, se pueden descubrir personajes destacados de la historia portuguesa que directa o indirectamente tuvieron relación con la Era de los Descubrimientos.