Mascarell
En medio de la los extensos naranjales de La Plana de Castellón sorprende la presencia de una impresionante muralla, con algunas torres almenadas. Cualquier viajero poco avisado piensa enseguida que se trata de un castillo.
Pues en realidad no es un castillo, sino un pueblo, Mascarell, que está totalmente encerrado dentro de sus murallas, con una planta cuadrangular de lados irregulares y con tres portalones de entrada y salida, aunque originariamente fueron sólo dos, el de Nules y el de L'Horta. El tercero, fue en principio una especie de agujero elevado en el muro para facilitar el paso de mercancías de un lado a otro, pero poco más que una gran ventana, y parece ser que lo hizo más grande la explosión de una bomba durante la Guerra Civil, de manera que acabó haciéndose puerta.
Hubo unas primitivas murallas musulmanas, del siglo XIII, y en ellas se refugiaron a principios del XIV los moros que Jaime I expulsó de Burriana en 1310. Pero la actual construcción (de tapial) data del siglo XVI, se terminó en 1553 y la mandó hacer la Señora de Nules y Condesa de Oliva para dejar fuera, extramuros, a los moriscos y defenderse de las continuas incursiones de berberiscos que llegaban a la costa cercana y atemorizaban a las poblaciones cristianas de la zona.
La muralla está construida con mortero, tierra y ladrillo y al centro de cada uno de los lados dispone de una torre. A raíz de la expulsión de los moriscos, la población de Mascarell casi desapareció y no se recuperó hasta bien entrado el siglo XVIII.