Hualien, isla de Taiwan
El movimiento de los derechos de los aborÃgenes se convierte en más que una fuerza polÃtica.
En enero de este año, los Sakizaya, que radican en Hualien al este de Taiwan, con una población aproximada entre 5.000 y 10.000, fue reconocida oficialmente como la 13 tribu aborigen de Taiwan. Durante más de un siglo, los Sakizaya se consideraron un subgrupo de la tribu Amis, el mayor grupo de aborÃgenes de Taiwan, con alrededor de 168.000, entre los que se ocultaron para evitar el genocidio de las fuerzas de la DinastÃa Qing de China, a medida que extendÃa su autoridad por Taiwan entre 1683 y 1895. En 2002, la tribu Kavalan, clasificada previamente como otro subgrupo de los Amis, restauró su posición como una tribu separada. A diferencia de otras 12 tribus que viven en gran parte en las regiones montañosas, los Kavalan pertenecen a los pingpu o habitantes aborÃgenes de los llanos. Originalmente, estos habitaron el moderno Yilan de hoy, al noreste de la isla, y debido a la mayor inmigración han, se trasladaron hacia el sur hasta Hualien en el siglo XIX.
Para los habitantes aborÃgenes tanto en los llanos como en las montañas, el modelo tradicional de nueve tribus usado durante la mayor parte del último siglo, se considera ahora una taxonomÃa poco adecuada de la riqueza de la variedad de culturas y población aborÃgenes de Taiwan. En enero de 2004, los Truku, que viven en su mayorÃa en Hualien, se clasificaron también como una tribu independiente, considerado anteriormente un subgrupo de los Atayal, el segundo grupo aborigen más grande en Taiwan. “Este es un proceso de totalidad aborigen previa que da lugar al estado más natural de existencias étnicas separadasâ€, dice Obay a Awi, un activista que busca autonomÃa para su tribu Saisiyat, ubicada en los distritos de Hsinchu y Miaoli.
Obay dice que él hace el papel de intermediario entre los aborÃgenes frustrados en la sociedad principal y aquellos que sacan provecho de su identidad aborigen en la vida urbana. “Tratamos de hallar en algún lugar entre las tradiciones tribales y la sociedad externaâ€, dice Obay, profesor de inglés y educación aborigen en el Instituto de TecnologÃa Chang Gung, del Centro para Educación General. Los esfuerzos de Obay representan, entre otras cosas, la aparición de las propias comunidades tribales en las décadas de luchas por derechos aborÃgenes en Taiwan. “Las actividades anteriores, compuestas principalmente de la inteligencia urbana, podrÃa tener poca conexión con sus tribusâ€, dice Obay.
El logro de un enfoque
En las primeras etapas, el movimiento aborigen fue en gran medida los llamados más extensos por justicia social y liberalización, que llevaran al levantamiento de la ley marcial en 1987. “Las tribus aborÃgenes eran grupos con desventajas, al igual que los obreros, mujeres, y aquellos que sufrÃan por el deterioro del ambiente debido al desarrollo económicoâ€, dice Icyang Parod, un Amis y ministro del Consejo para los Asuntos AborÃgenes (CIP, siglas en inglés), de nivel de Gabinete. Desde 1987 hasta 1991, él encabezó la Asociación para el Desarrollo de los Derechos de los AborÃgenes de Taiwan, uno de los principales grupos que organizaron el movimiento aborigen. “Aunque son un grupo minoritarioâ€, dice el Ministro, “los aborÃgenes forman generalmente una proporción substancial de las vÃctimas en caso de discriminación laboral o accidentes en el trabajo, tales como en la pesca en aguas profundas y la mina de carbónâ€.
Después de una concentración inicial en los problemas sociales individuales y las dificultades personales, los activistas aborÃgenes comenzaron a prestar atención a asuntos sobre los aborÃgenes como un todo. “Por naturaleza, el trabajo hasta realizado tiene un atractivo diferente al de los movimientos sociales o polÃticosâ€, dice Icyang. “El origen étnico es nuestro valor centralâ€. En términos de derechos humanos concernientes a la igualdad de los ciudadanos, los derechos de los aborÃgenes en una categorÃa étnica colectiva deben tratarse primero. La mayor conciencia de diferenciación étnica entre los primeros habitantes de Taiwan, se refleja en la evolución de la expresión estándar en mandarÃn para describirlos, desde shan bao (compatriota de las montañas) hasta yuan jhu min (habitantes originales) y nuevamente yuan jhu min zu (tribus originales) como resultado de enmiendas constitucionales.
En los últimos años, se ha visto que los esfuerzos para consolidar la confianza de la identidad aborigen han dado frutos. La promulgación de la Ley de Estatus para las Tribus AborÃgenes en 2001 les permitió reconstruir su linaje a aquellos que perdieron su identidad racial legÃtima mediante el matrimonio o adopción. Desde el año pasado, en las nuevas cédulas de identidad nacional emitidas por el Ministerio del Interior (MOI, siglas en inglés), los aborÃgenes pueden colocar la versión romanizada de su nombre verdadero, en lugar del que se les imponÃa llevar por el sistema de registro familiar en la época del régimen japonés (1895-1945) y el siguiente gobierno de la República de China.