El Castillo de Xiamen, China
Es común encontrar castillos en los países occidentales, especialmente en los europeos, pero la gente normalmente desconoce la existencia de misteriosos y atractivos castillos chinos.
El castillo de Xiamen, que está situado en el condado de Lingshi de la ciudad de Jinzhong en la provincia de Shanxi, se levanta al resguardo de una montaña cercana a un río.
En contraste con muchos castillos occidentales, que tenían funciones defensivas, este castillo servía principalmente como un lugar donde tenían lugar representaciones populares, aunque tiene el aspecto de una fortificación.
La construcción del castillo se inició en la dinastía Ming, y finalizó durante el reinado del emperador Guangxu de la dinastía Qing. Con una historia de más de 400 años, el castillo ha sido testigo de la evolución histórica de la provincia.
El castillo consta de más de 60 patios, y es un edificio civil típico de esa época que refleja los estilos arquitectónicos y el nivel tecnológico alcanzado durante el periodo. Combina el estilo majestuoso de la arquitectura de la China del norte en su estructura general con la exquisitez de los detalles ornamentales propios de la arquitectura sureña. La mayoría de los patios, callejuelas, murallas y puertas del castillo han sido conservadas y están consideradas ahora importantes reliquias.
El castillo fue construido por una familia noble local 185 miembros de la cual fueron oficiales de la corte durante las dinastías Ming y Qing. A pesar de que algunos edificios están ahora abandonados, todavía algunas personas viven en el castillo y parece que no tienen intención alguna de dejarlo.
La apariencia del castillo hoy en día es muy diferente de la que tuvo en el pasado. Las áreas donde aún reside gente son muy animadas, pero las que se hallan desiertas aparecen ruinosas y cubiertas por un misterioso velo. Es esta última zona del castillo la que atrae más a los turistas.
El gobierno local tomó medidas para garantizar la protección de la construcción ya en 1994, pero los pobladores de la zona dicen que la mejor manera de preservarlo es permitir que la gente continúe viviendo allí. Sólo así el castillo podrá mantener su vitalidad y esplendor.