El
eremitorio de San Vicente, está situado en Vado en el término municipal de
Cervera de Pisuerga de la que está separado por un Kilómetro, en la confluencia de los ríos Pisuerga y Rivera.
Está excavado en un promontorio rocoso que sobresale en medio del prado y del que aprovecha todo el espacio disponible. En la misma arenisca en que se horadó la ermita hay talladas dos tumbas antropomorfas. Además está rodeada por una necrópolis, fechada entre los siglos VIII y IX, que cuenta con una veintena de tumbas excavadas en la roca, de tipo antropomorfo, de las que pueden verse actualmente una decena.
Pervivió como ermita hasta mediados del siglo XIX, cuando fue abandonada definitivamente.
Los paneles explicativos instalados en el lugar ayudan a entender el fenómeno eremítico e ilustran de que a su vera hubo, hasta hace cien años, una iglesia románica de la que no quedan ni los restos.