El capital histórico y artístico de Lorca se ha visto muy castigado por el seísmo, hasta el punto de que la ciudad ha sufrido «la mayor catástrofe patrimonial de Europa desde que la localidad italiana de Asís fue asolada por un terremoto» en 1997.
Los edificios religiosos son los más perjudicados dada su antigüedad. A excepción de la colegiata de San Patricio, que data de los siglos XVI y XVII, todas las parroquias históricas tienen graves daños estructurales. La de Santiago está en ruinas y el crucero se vino abajo, de tal manera que desde dentro se ve el cielo.
El campanario de la iglesia de San Diego, del siglo XVII, se ha derrumbado, mientras que el del templo del convento de la virgen de las Huertas, patrona de la ciudad, quedó desprendido, igual que el remate de la torre. El edificio sufre graves daños estructurales.
Otros monumentos afectados son la iglesia de San Francisco, donde la hermandad Paso Azul guarda sus tallas; la Iglesia de Santiago, parte de cuyo techo se desplomó y aplastó un edificio colindante; el convento de las mercedarias, del siglo XVIII; la iglesia del Carmen; la iglesia de Santo Domingo, cuya cúpula se ha girado, dañando los frescos que la adornan; y la iglesia de San Mateo, parte de cuya fachada frontal se ha desprendido sobre el atrio. La tercera parte de la torre del Espolón del castillo de Lorca se ha desmoronado, y el tramo que ha resistido se ha desplazado respecto de su posición original. Asimismo varias zonas de las muralla se han desprendido.