Durante siglos la ciudad de Lublin se dio a conocer como un lugar de tolerancia, donde convivían judíos, rusos, protestantes, católicos, es decir, todo tipo de nacionalidades y religiones.
Pasear por Lublin es una auténtica delicia, comenzar en la Torre Trinitaria, desde la cual se ve la pintoresca parte vieja de la ciudad que se extiende por las colinas de Czwartek, Grodzisko, el Zamkowe (Castillo) y Staromiejskie (la parte Vieja de la Ciudad).
En la Colina Zamkowe se alza una torre defensiva, símbolo que avala las antiguas raíces de la ciudad. El Castillo de Lublin es la sede del Museo Municipal. La parte vieja es la ciudad medieval mejor conservada del país.