Alminar de Archez.
El alminar es la torre o lugar más prominente de la mezquita desde donde el muecín llama a los musulmanes a la oración.
Un aspecto que llama la atención es la riqueza decorativa de los monumentos islámicos. Son muchos los recintos de arte hispano-árabe que se han declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Quizá sea el palacio-fortaleza de la Alhambra de Granada el que mejor muestra la complejidad y maestría del esplendor andalusí: en la edificación se han localizado los 17 grupos de simetría que teselan periódicamente el plano. Las sebkas (red) de los alminares, desde la Giralda a las torres mudéjares de Teruel, son una de las señas de identidad más características de un brillante estilo decorativo.
La influencia de grupos almohades durante los siglos XIII y XV fue importante en la
Axarquia malagueña cuya huella se puede rastrear en los singulares alminares, hoy día torres-campanarios, de las localidades de
Vélez-Málaga,
Daimalos,
Corumbela,
Árchez y
Salares, lo mismo que Arenas que fue destruido. Estos alminares son típicos minaretes de los siglos XIII-XIV, de inspiración meriní, únicos en toda La Axarquía y Andalucía.
La ascendiente africana de la construcción del alminar es determinante, donde la práctica totalidad de sus fachadas se decoran, dejando libres las esquinas, según modelos similares de los alminares meriníes de Tremencén. Son de proporciones armoniosas, su altura es cuatro veces la de uno de sus lados, y su plan decorativo se desarrolla a partir del segundo cuerpo, con rectángulos rehundidos en los que suelen aparecer los llamados paños de sebka, cintas horizontes de azulejos, franja de arcos apuntados, etc.
En el
archivo kmz podemos ver alguna información individualizada de los alminares de los citados municipios.