En el distrito Sinhung de la provincia Hamkyong del Sur se encuentra la escuela secundaria Han Hyon Kyong.
La denominación de este centro docente, que se llamaba "Escuela Secundaria de Inphung" desde que se estableció hace varias décadas, se ha cambiado hace unos meses por la Han Hyon Kyong. Es para transmitir largamente el noble mundo espiritual de la niña Han Hyon Kyong, que estudiaba allí.
Han fue una alumna común que se podía encontrar en lugar de este país. Pero, poseía un particular mundo espiritual que nadie.
Desde que nació y creció feliz y cultivó su talento, estudiando a sus anchas sin gastar ni un centavo. Por eso, en lo hondo de su corazón, estaban guardados con cuidado los sentimientos de infinita gratitud hacia la patria, cuna de su felicidad. Desde que se ingresó a la Organización de Niños, Han estuvo acostumbrada a levantarse temprano cada día y acudir adonde se encuentra el gran mosaico mural con la imagen sonriente del Generalísimo Kim Il Sung, para realizar la limpieza y el mantenimiento de sus contornos.
Efectuó sin faltar ni un día la limpieza de los retratos de los Generalísimos Kim Il Sung y Kim Jong Il antes del inicio de las clases cotidianas. Fue que ella estaba bien consciente de que éstos representaban el benigno regazo y a la vez, la patria, en que los pequeños se aman más que nada y se consideran como reyes. A través de sus compañeros de la misma aula, se puede saber bien cuán ardientemente echaba de menos ella a los grandes hombres sin igual.
"Todavía, no estuve en Pyongyang. Pero, al ver la imagen sonriente y los retratos de los Generalísimos Kim Il Sung y Kim Jong Il colocados en el aula, me parece estar cerca de sus lados en Pyongyang."
Hyon Kyong estaba tan alegre que no supo qué hacer al ver por la pantalla del televisor escenas de los actos dedicados al aniversario 66 de la fundación de la Organización de Niños de Corea, efectuados el 6 de junio del año en curso. Era porque vio precisamente la afectuosa imagen del Mariscal
Kim Jong Un, encontrándose entre los niños delegados. Luego, probando en su cuello la pañoleta roja de los delegados de la escuela retornados de Pyongyang, ella exhortó con ardor a sus compañeros a estudiar con afán para causarle sin falta la alegría.
Así fue que Hyon Kyong cayó en su intento de avanzar por entre el impetuoso torrente con el fin de llevar a un sitio seguro los retratos de los grandes hombres sin par colocados en su hogar, cuando se produjo en la aldea un enorme derrumbe de un monte en la madrugada del 11 de junio. Ella se halló ya muerta con los retratos envueltos con esmero en un impermeable en su pecho. Tenía apenas 14 años de edad y conocía ya de todo corazón al Líder y la patria. Informado el 12 de junio de la postura de Han Hyon Kyong, el Mariscal Kim Jong Un envió el mensaje de su puño y letra que dice: "Fue una niña admirable. El puro espíritu mostrado por ella se quedará para siempre, haciendo aporte a formar a más excelentes jóvenes de este país."
Bajo la atención solícita al futuro de la patria del Mariscal Kim Jong Un, la vida de la alumna Han Hyon Kyong se ha hecho inmortal y su limpio espíritu luce para siempre. Se le otorgó el Premio de Honor Juvenil Kim Jong Il y la escuela donde ella estudió, se bautizó con su nombre.
Profundamente inspirados por el puro espíritu de ella, todos los jóvenes y niños de Corea se van preparando firmemente como muralla y escudo de defensa resuelta del Líder.
Puede publicar nuevos temas en este foro No puede responder a temas en este foro No puede editar sus mensajes en este foro No puede borrar sus mensajes en este foro No puede votar en encuestas en este foro No Puedes adjuntar archivos en este foro Tu puedes descargar archivos en este foro