Buenas. Mi primer post, pero primero quiero contarles que me leà las 42 páginas y abrà todos los enlaces. Impresionante!!!!
Quiero contarles la historia de un barco que se encuentra cerca del fin del mundo. El Marjorie Glen, encallado cerca de RÃo Gallegos en la Patagonia austral el 14/09/1911.
Les voy a dejar pegada la historia completa, que la encontré en un sitio y otro dÃa voy a ver si encuentro las fotos que yo le tomé hace años y las paso por el scanner porque en esa época no habÃa digitales.
Saludos a todos!!! les pego la historia:
La Marjory Glen fue construida en 1892, por la compañÃa de origen británica The Grangemouth Dockyard Company, en Grangemouth, Escocia.
Grangemouth se encuentra a los 56° 02´ N sobre la margen sur del Firth of Forth. Eran las tierras de la familia Dundas. Sir Laurence Dundas se interesó en la idea de construir un canal de navegación que vinculara la costa este y oeste de Escocia. En 1768 comenzaron las excavaciones para unir el Firth of Clyde con el Firth of Forth, logrando completar la obra en 1790.
Se construyeron simultáneamente en Grangemouth casas para los trabajadores y sus familias.Thomas Dundas, hijo de Sir Laurence, continuó apoyando el desarrollo de la localidad, procurando mejorar los servicios, construyendo caminos y radicando nuevas industrias.
Con la expansión del puerto, Grangemouth se convirtió en centro importante de construcción naviera. De los astilleros de Grangemouth fueron botadas las primeras versiones operables en alta mar de buques a vapor, los Charlotte Dundas construidos en 1801 - 1803 y diseñados por William Symington.
A lo largo del siglo XIX se registra un importante desarrollo de la industria de la cerámica, de los ladrillos, sogas, velas para barcos, madera y con la llegada del ferrocarril en 1860, el comercio y la industria crecieron incluso a mayor escala.
Para 1871 Grangemouth tenÃa una población de 6.354 habitantes y en 1872 eligen por primera vez una autoridad local.
En 1885 se establece la Grangemouth Dockyard Company, la que en 1892 será responsable de la construcción del Marjory Glen que pertenecerá con los años a la J.M. Campbell and Sons.
La nave fue botada en octubre de 1892. En el diario Falkirk Herald del 8 de octubre, se da cuenta del evento en el Grangemouth Dockyard.
En su nota , el diario dice textualmente:
“…launched from their shipbuilding yard at Grangemouth on Thursday a handsomnly modelled steel barque of 1800 tons, built to the order of Messrs Wm. Blair and Co. For general trade.
On taking the water she was gracefully named the Marjory Glen by Miss Todd of Pollokshields...â€
Hacemos notar que el buque fue construido por orden de Blair and Co., pero para 1911 era propiedad de J.M. Campbell and Sons.
Su código en letras en 1911 era M.V.H.S. Con el número oficial de registro 99860, con puerto de registro en Glasgow, Escocia; aunque a la hora del naufragio navegaba bajo bandera noruega.
Era una nave de hierro remachado, de casco simple. Desde la cubierta hasta el casco tenÃa 34.1 pies, con un largo de 213 pies. TenÃa tres mástiles, siendo de propulsión a vela con botavara y un mascarón de proa muy distintivo.
Desde el mismo momento de su diseño, se la concibió como una hermosa nave y la crónica del Falkirk Herald resalta la belleza de sus lÃneas, que a casi un siglo de su naufragio, aún puede apreciarse en Punta Loyola, en la desembocadura del RÃo Gallegos.
El Marjory Glen zarpó del puerto de Shields, Newcastle, el 13 de junio de 1911; a las 3 a.m subió a bordo el práctico de puerto y se dispuso todo para el remolque del barco, que transportaba 1.701 tn de carbón mas 19 tn de embalaje.
Al mando de la nave se encontraba el capitán Jans MartÃn Holmsen, con una dotación de quince hombres. Se desamarró la barca y luego se procedió a remolcarla al mar. Se izaron velas y con las primeras luces de la mañana, el práctico deja el barco; la Marjory Glen comienza su navegación hacia el sur del continente americano, transportando su peligrosa carga de carbón.
El jueves 24 de agosto fue azotada en el Atlántico por un temporal con chubascos huracanados. Se intentó arriar velas pero en el proceso se pierden dos y otras sufren daños. El 9 de septiembre divisan el Cabo VÃrgenes, unos 100 km. Al sur de su destino. En ese momento se sintió un fuerte olor saliendo de la bodega de proa, se retiró la escotilla para examinar la carga, no pudiendo detectar ningún foco de incendio. Posteriormente, se vio humo saliendo del palo trinquete y la tripulación intenta ahogar el posible fuego tapando todas las ventilaciones y arrojando agua, procurando evitar corrientes de aires que pudieran avivar el fuego.
Navegan con rumbo NW hasta divisar el Cabo Buen Tiempo y los cerros de los Frailes, arriando las velas y fondeando el ancla con 55 brazas de cadena sobre la banda de babor ese mismo dÃa 9 de septiembre.
Los dÃas 10, 11 y 12 de septiembre, a casi tres meses de haber zarpado de Inglaterra, permanecieron fondeados cerca de la desembocadura del RÃo Gallegos a la espera de alguna nave que pudiera remolcarlos rÃo arriba hasta el puerto de RÃo Gallegos.
El miércoles 13 de septiembre, avistado un vapor se izaron señales y a las 8.30 horas a.m, el vapor amarró a la barca, se levanta el ancla y se la remolca hasta el puerto de RÃo Gallegos donde fondeó el mismo dÃa.
El jueves 14 de septiembre, se desencadena la tragedia, cuando a las 4.30 horas a.m. El marinero de guardia que debÃa despertar al cocinero, lo encuentra muerto. El segundo piloto G.Henriksen, que compartÃa el lugar con el cocinero N.M. Gunnevussen también fue hallado muerto.
Los cuerpos fueron llevados a cubierta para tratar de reanimarlos y se despacha un mensajero en busca de un médico. Acude a la emergencia el Dr.Fenton , para constatar la muerte por asfixia de gas carbónico. Con el mismo diagnóstico, el médico de la gobernación, Dr. Larrauri, deja constancia de las causas de la muerte en el expediente N° 3542-A-1911, folio N° 362, legajo N° 33 del Juzgado de Santa Cruz.
El Dr.Fenton recomienda que ningún miembro de la tripulación debe dormir a bordo, llegando al poco tiempo el práctico del puerto. Se levan anclas y se muda la barca hacia la playa, donde se amarra la proa y la popa. El humo se hace paulatinamente mas abundante y espeso; se procuran retirar remaches de proa para hacer entrar el agua, a fin de apagar el incendio. Hacia las 12 p.m. La situación se hizo crÃtica y la tripulación por temor a las explosiones e incendios, decide abandonar la nave.
El viernes 15 de septiembre, se retiraron mas remaches para permitir el ingreso de mas agua al casco. Se reciben también los dos ataúdes para las vÃctimas de la tragedia del dÃa anterior.
Al momento del incidente, el capitán Jans Martin Holmsen se encontraba en tierra, junto al cónsul inglés, señor Duncan, acordando con la firma Braun y Blanchard - La Anónina, quién habÃa sido la compradora de la carga de carbón, las condiciones de estiba. La noche del 13 al 14 de septiembre, se hospedó en el alojamiento Rodino de RÃo Gallegos siendo alertado a la madrugada de los tristes eventos.
Cuando el dÃa 14 de septiembre la evidencia del incendio se hizo obvia, el subprefecto Fernando Oro , sugiere “…abrirle un rumbo al buque por la parte exterior, dejando cerradas las escotillas hasta que se fuese a pique…†expediente N°.3542-A-1911. Obviamente el capitán buscando evitar tomar tan drástica decisión y acaso pensando en poder salvar la nave, solo retira como hemos dicho algunos remaches, con lo cual ingresó algo de agua, no inundando la barca, pero tampoco logrando apagar el incendio.
A esa altura, fue obvio que los elementos de seguridad y las bombas de achique de la Marjory Glen, no estaban en buenas condiciones de mantenimiento, a su vez la subprefectura de RÃo Gallegos, tampoco contaba con maquinaria y herramientas adecuadas para la emergencia.
Aparentemente, hubo algunos intentos infructuosos por parte de Manuel Cantariño, patrón de la chata “Cabo VÃrgenes†y del vapor chileno “Araucania†de la casa Braun y Blanchard-La Anónima de Punta Arenas, por controlar el fuego, retirar objetos del barco y evitar la pérdida de la nave, pero todos los intentos por apagar el incendio fueron infructuosos.
La situación el dÃa 21 de septiembre, se tornó en extremo peligrosa, habiendo fundado temor por la inminente caÃda de parte de la arboladura y porque el humo y el fuego se volvieron intensos, por lo que a la tripulación solo le quedó como opción hacer ingresar agua por las aberturas en el casco, con lo cual logró controlar el incendio para el 22 de septiembre.
A esta altura de las circunstancias, se habÃan desatado varias disputas y rencillas. Conflictos pequeños, como el que enfrentó al práctico con las autoridades del puerto por la orden de utilizar la linterna de anclar, en un barco que estaba sufriendo de sucesivos incendios. El práctico en forma expeditiva arrojó la linterna al agua con lo cual se llegó a un abrupto final del problema.
Hubo disputas con el señor Beecher por la descarga del carbón, con el Dr.Fenton por el pago de honorarios, entre los señores Cantariño y Oro por un lado contra el capitán por no permitirle en determinado momento que este embarcara a su propia nave. Hubo también cruce de palabras con Victoriano Rivera, un español que tenÃa propiedades al norte de RÃo Gallegos y cuyo depósito fue utilizado para guardar mercaderÃa y envases de la barca. A ello se sumaba la no siempre amistosa relación de Rivera con los Rudd de estancia Cabo Buen Tiempo y los Halliday de estancia Hill Station.
El dÃa 26 de septiembre de 1911 se dicta la prisión preventiva para el capitán Jans Martin Holmsen de cincuenta y nueve años de edad, casado, marino, noruego y domiciliado en Cristiania. Se lo procesa por el Articulo 366 del código de procedimiento en lo criminal y el dÃa 9 de octubre es sobreseÃdo por considerarse que actuó con “ las medidas que la práctica y la prudencia aconsejaban†. La cámara de Apelaciones de la Plata, confirma la medida el dÃa 23 de diciembre del mismo año.
Recordemos que el código de procedimiento en materia penal regÃa desde el 1 de enero de 1889, en el fuero federal y en los tribunales ordinarios de la Capital Federal y de los territorios nacionales sancionada por Ley 2372 , el 17 de octubre de 1888, por lo tanto aplicable en el territorio de Santa Cruz en esa fecha.
Los conflictos también involucraron a la firma contratante, a la familia Braun y Blanchard (La Anónima) , a la compañÃa de seguros, a la comunidad de RÃo Gallegos y a aquellos que buscaron obtener alguna ganancia en medio de la desgracia, con el barco de bandera noruega Marjory Glen.
El barco luego de descargar una parte del carbón que pudo ser salvado, permaneció frente al puerto de RÃo Gallegos que de acuerdo con el censo municipal de 1911 tenia 1557 habitantes. José M. Rivera compra el deteriorado navÃo y al tiempo lo dona al gobierno del territorio. Sin embargo, los materiales no lograron ser aprovechados. Hay diversas versiones acerca de la barca navegando como buque fantasma al garete al compás de las mareas en el estuario del RÃo Gallegos; versiones también sobre intentos de pequeñas chatas por encontrarle una zona de amarre cerca de Punta Loyola y hasta la posible intervención de personal de la Armada para encallarla sobre la playa.
La barca se encuentra a 51° 39’ S a 4 km. Al ESE del casco de la antigua Estancia Punta Loyola que fuera propiedad de Hamilton and Saunders. La construcción del puerto de aguas profundas en Punta Loyola donde existe una amplitud maxima de marea de 12,6 mtrs, la terminal Y.C.F. Y el movimiento entorno a los hidrocarburos, ha convertido a la zona en un puerto de movimiento comercial, situado a unos 3,5 Km. De la Marjory Glen.
La proa de la nave esta orientada hacia el NW y se encuentra visible y accesible desde el camino.
Lamentablemente el mal uso que se le ha dado: asados, fogones, basurero, tiro al blanco, graffitis, han deteriorado su estructura, por lo que se requiere , una inversión para limpiar, restaurar y mantener como un atractivo turÃstico e histórico, como parte de la historia de la provincia de Santa Cruz.
No deja de asombrar que se contratara una nave de construcción escocesa con bandera noruega, para transportar carbón británico a RÃo Gallegos, debiendo atravesar medio mundo y todo el Océano Atlántico para llevar carbón a la población pequeña e incipiente de RÃo Gallegos, cuando a poco mas de 300 km. Al oeste se encuentra RÃo Turbio que con los años se convertirÃa en el principal yacimiento de carbón de la Argentina, paradoja de nuestra historia.